Este es un blog personal para escupir algunas ideas, responder algunos ataques, corresponder algunas caricias, y combatir casi todas las opiniones

sábado, agosto 27, 2005

Los resistentes

Alguien inventó el premio a la resistencia. Caretas, creo. Y me parece loable. Resistir. Pero esta palabra me remite a una imagen: un grupo de sujetos que a pesar suyo aguatan en un parapeto el acoso de fuerzas más poderosas que las de ellos. Sin duda, la palabra resistencia también la tomamos del lenguaje bélico, como vanguardia. A menudo, los que resisten se sienten vanguardia. Vanguadia y resistencia son palabras que una sensibilidad épica comprende muy bien. Todos los épicos quieren ser héroes, o se sienten héroes, relegados, excluidos. Resisten los que no tienen el poder, resisten los sojuzgados que se levantan, o los débiles que de sus flaquezas sacan una fuerza suficiente, precisamente, para resistir. Aprendí haciendo artes marciales que lo más estúpido que puede hacer un luchador es oponer su fuerza a la de un contendor mayor. Vencer al grande siempre supone emplear su fuerza en contra de él. Si él presiona, pues dirigimos el movimiento hacia donde imprime fuerza y el sujeto saldrá volando hacia ese lugar. Mis amigos que resisten deberían reflexionar sobre esto. Resisten los débiles, pero resisten no solamente para sobrevivir, sino también para existir. Y resisten con la esperanza de ocupar un día el lugar de quienes los colocan en la situación de resistir, es decir, el lugar de los que tienen el poder.
Yo no resisto. Estoy aquí, haciendo lo que me da la gana. Yo no protesto, propongo cosas. Yo no resisto, yo peleo, si me da la gana de pelear. Yo no quiero ser un héroe porque no estoy dispuesto a resistir con la esperanza de que algún día el poder me cobije en sus alas, porque el poder no me interesa. A mí, lo que me sienta bien, es vivir con dignidad: ni alego ser un pobrecito excluido (aquel que me excluye se pierde de mí), ni un insertado entre los que deben proteger su plaza tomada.

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